Mediante el juego los cachorritos aprenden con sus hermanos y con
su madre prácticamente todos los comportamientos que van a formar parte del
repertorio de conductas del adulto.
Aprenden a adoptar las posturas agonísticas (dominancia y
sumisión), a controlar la mordida, las conductas sexuales, la conducta de caza,
además de cómo coordinar los movimientos, saltos y caídas.
Por lo tanto, el juego es esencial para que un cachorro se
desarrolle de manera equilibrada conductual y fisiológicamente hasta la etapa
de adulto. Los animales que no han jugado en su infancia pueden desarrollar
problemas de comportamiento como falta del control en la mordida, agresividad
en el juego, juego descontrolado, intolerancia al contacto, miedos, destrucción
en casa, etc.
En perros es especialmente importante que aprendan el control de la
mordida y en gatos a derivar adecuadamente la conducta de caza, ya que muchos
problemas en adultos vienen derivados de estas dos conductas.Para ello, parte principal de la socialización del cachorro es que
dejemos que hayan experimentado el juego con su madre y hermanos, y que cuando
los adoptemos sepamos elegir los juguetes que vamos a utilizar para derivar
esas conductas. Y no solo que los elijamos, sino que los utilicemos para jugar
todos los días con el cachorro, además de dejar que juegue él solo. De esta manera seguiremos
dando salida a sus instintos y además fortaleceremos el vínculo con el animal
desde sus inicios.adaptados a su edad.
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